Sri Aurobindo, Pensamientos y aforismos
No hay un solo día de mi vida sin música. Quizás porque el cantonés sea una lengua tonal, la sensibilización hacia la música es parte de mi educación básica. De pequeño, mis padres pensaban que iba a ser cantante. A los 13 años empecé a estudiar música en serio. Ese año fue crucial, me dediqué a estudiar inglés y música, al principio como hobby, y he acabado cantando de solista en proyectos musicales profesionales que jamás hubiera soñado... ¡con alguna cana ya!. La dualidad que tenía que superar se manifestaba en todo: en la banda de música me debatía entre la tuba y la flauta travesera, en el coro y el canto entre barítono y contratenor, en los instrumentos entre el piano y el violonchelo, en su día profesionalmente entre la filología y la filosofía, entre el inglés y el alemán, novia o novio, materia o espíritu… Tras los primeros años en el Ateneo Musical del Puerto, en los que comencé a tocar la tuba en la banda, y luego la flauta y el flautín, fui dejando poco a poco la música instrumental en grado medio en favor de la vocal. Comencé a cantar en Cambra Musical del A.M.P. con Josep Ramon Gil Tàrrega en sus comienzos, y luego siguieron otros coros, como el Orfeón Navarro Reverter, ahora Orfeó Valencià, o cantatas en el Coro Bach de Madrid. Tras una larga pausa lo retomé como barítono y contratenor en la FECOCOVA y Amalthea y alto en el Coro del Casino Musical de Godella. He colaborado largo tiempo con L’Acadèmia d’Orfeu de Castelló cantando tanto ópera como música antigua, y en diversas ocasiones con el coro Lluís Vich Vocalis, y con Victoria Musicae, especialistas en música antigua, de contratenor, entre otros coros. Sin embargo, desde hace unos años he retomado con fuerza el canto como contratenor solista, y finalicé el grado profesional en el conservatorio Joaquín Rodrigo de Sagunto. He ofrecido conciertos y recitales, formando dúo en Gentil Ánima, y con el grupo barroco La Floresta. Fundé el grupo de música antigua Anima Musicae Antiquae con estupendos profesionales y colaboradores, con diversos proyectos en marcha. Mientras tanto, mis padres me regalaron un piano cuando cumplí quince años, y con algunas pausas, siempre ha sido constante en mi vida musical, y he finalizado mis estudios de grado profesional en 2017 y 2018. También toqué un tiempo la guitarra, ya que en la familia de mi madre ha habido grandes guitarristas, y me inicié en el violonchelo, pero tuve que elegir. Al final, seguí con el canto y el piano. Un día, en clase de francés en el instituto, comencé a escribir una composición para piano en una hoja de papel pautado. Treinta años después he retomado la composición en el conservatorio, y es una de las facetas que sigo cultivando. El violonchelo era una asignatura pendiente que también retomé hace unos años, y fui miembro de la Orquesta Filarmónica Martín y Soler de Valencia hasta 2019. He publicado diversos artículos sobre texto y música del lied alemán, y he dado conferencias sobre ópera Iolanta de Chaikovski en el Palau de les Arts de Valencia, y sobre traducción, subtitulación y ópera. 2019 está siendo un año muy especial en lo musical, he podido cantar arias y duetos Haendel en el Palau de la Música y Purcell en el Conservatorio de Boulogne en París, y el Mesías de Haendel de alto solista, el Stabat Mater de Pergolesi con Anima Musicae Antiquae y música renacentista con grandes profesionales en el proyecto Caballeros en la Mar. Y me lo sigo pasando en grande cantando jazz y tocando y cantando música petarda de los 80 y otros temas clásicos y contemporáneos. Y comenzaré 2020 con una grabación muy especial... amb la llengua valenciana!
Hang Ferrer Mora
Os deseo que disfrutéis tanto de la música en la vida como de cualquier otro placer y de la vida misma, Satchitananda..
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